Este es un proyecto que nace bajo el auspicio de la fundación Monseñor Isaías Duarte Cancino. En la actualidad ha beneficiado un gran número de niños y adolescentes, ubicados en el distrito de Aguablanca de la ciudad de Cali, donde los niveles de pobreza, deserción estudiantil, maltrato infantil, analfabetismo y delincuencia juvenil, han hecho que nuestra labor se fortalezca y se afiance más el deseo de servir y ayudar al prójimo.

Con el programa Yo quiero SER, es posible hacer realidad el sueño de muchos jóvenes colombianos en situación vulnerable, que terminan su último año de escuela secundaria. El programa está diseñado para que puedan iniciar y completar sus estudios superiores, convirtiéndose en profesionales de bien, con los valores correctos, para que a futuro sean ellos mismos gestores y multiplicadores de desarrollo constante en sus propias comunidades, desde todos los ámbitos del progreso.

Monseñor Isaías Duarte Cancino

Monseñor Isaías Duarte Cancino nació en San Gil, Departamento de Santander, Colombia el día 15 de febrero de 1939, del hogar formado por don Crisanto Duarte Pilonieta y Doña Elisa Cancino Arenas. Fue el menor de siete hermanos, en un hogar cristiano y honorable, como solía decirse por aquella época. Hace su bachillerato en Bucaramanga en el Colegio Santander.
Forjado en la reciedumbre y el talante propios de la gente de su comarca raizal, su ingreso en el Seminario de Pamplona no fue para probar si sería o no sacerdote. Ingresó, de una vez, para serlo. Desde entonces se percibían en él sus grandes cualidades y su espíritu de liderazgo.
En dicho seminario se preparó para la misión sacerdotal en la disciplina rigurosa de los estudios de filosofía. Cursó los tres años de Filosofía y un semestre de Teología.

Ricardo Duarte Duarte

Vivió su vida cumpliendo a cabalidad cada meta, cada reto, cada sueño que se propuso. Siempre se caracterizó por soñar en grande y por sumar esta característica a su gran capacidad de gestión para volver cada sueño realidad, sin importar que tan grande o que tan pequeño fuera.
Durante toda su vida afrontó cada reto con inmensa pasión, determinación y convencimiento, sin importar los obstáculos que pudiera encontrar en su camino, siempre pensando en el beneficio de los demás, no en el beneficio propio.
Se destacó, no solamente por sus grandes logros profesionales, sino también por ser una persona de la más alta calidad humana, capaz de inspirar un inmenso liderazgo basado en principios y valores a toda prueba.
Toda su vida se fundamentó en cuatro grandes pilares, que siempre estuvieron plasmados en su forma de trabajar: La familia, la educación, el país y la felicidad.